Como una hoja

Si dejas de danzar con el viento, la música se acalla en ti.
Si no te sueltas en esos segundos de entrega plena, desasiéndote de la práctica de las horas que siguen la misma práctica de siempre, el tiempo se olvida de darte cuerda.
Si no confías en que el viento te sostendrá en sus brazos, es que no has visto a la mujer que tiembla en una hoja.
Y, aun así, si se secan las hojas en las ramas de tu pensamiento, puedes darte cuenta a tiempo, escuchar de nuevo la música, y bailar con la lluvia…

Publicado por

Angela Castillo

Aprendiza de Poeta Maga