De día y de noche

Vestida de amanecer, llamé a la puerta del crepúsculo y entré en tu noche oscura.
Tanto me ensimismé con tu misterio, que no me di cuenta cómo el ocaso llegaba con su manto de brumas.
Luego, en algún segundo sin tiempo, recordaste el llamado de la alborada, y te fuiste haciendo día, cubriéndote de sol.
Con el tiempo he aprendido yo, despierta en la noche profunda, a vestirme de ti, de estrellas y de luna…

Publicado por

Angela Castillo

Aprendiza de Poeta Maga