No dije adiós…

No dije adiós porque el alma nunca se despide.
En ella queda el saber y la confianza del reencuentro.
Tal vez en estas tierras, quizá en otros universos;
tal vez con estos ropajes,
o quizá llevemos otros cuerpos, otras formas,
otros rostros…
Yo sé que en algún lugar nos miraremos de nuevo
y sabré reconocer esos ojos,
aun sin acordarme de aquellos que me vieron antes,
aun sin saber cuántos paisajes compartimos…
Extracto del libro Girasoles al Amanecer

Publicado por

Angela Castillo

Aprendiza de Poeta Maga