Soledad…un sol que se da

¿Acaso escribí incontables páginas de necias frases para llegar a la conclusión de que mi corazón no fue quien movió la pluma? Párrafos y párrafos rectificados con tachones, con interrogantes sin cerrar, con exclamaciones dolorosas, con dilemas sin resolver. Frases trazadas con anhelos de supervivencia por salir de un mar lleno de soledad y amor perdido. Sin comprender lo que la vida convirtió en desechos en un instante de confusión. Aquello que un día fue, y de lo que formamos parte los dos, se perdió sin perderse, quedando la sensación de que nunca existió y, sin embargo, sigue flotando en el aire que respiro. Aquel fuego que encendimos quedó sin vida dejándome solamente las cenizas como prueba de su realidad.

…Luego la soledad encogió los espacios, la consciencia, los colores, el mundo, las palabras. Y me dediqué a descubrirla a ella cual si fuera un espejo donde pude mirarme a niveles tan profundos. La soledad se me impuso formando una burbuja hermética que no dejaba pasar a nadie. Acaparadora, celosa, absorbente, de movimientos lentos. Perezosa, ya que su capricho era quedarse, convirtiéndose en una compañera difícil de ignorar. ¡Insustituible! Un sol que se da. A pesar de su silencio logró arrancarme algún grito lastimero cuando me presentó su rostro más cruel. Capaz de guiarme por las sendas oscuras donde flotaba sin rumbo entre la inseguridad y el anhelo. Fue generosa al concederme tiempo para conocerme mejor. Pero, ante todo, se convirtió en mi amiga del alma.

Y después, poco a poco, la soledad rasgó la burbuja haciéndome permeable a la magia de tantas relaciones que vinieron al encuentro. Hasta que por fin se ha despedido diciéndome que llegó el momento de su partida, que se va contenta porque me deja en buena disposición para afrontar la vida, y con las manos abiertas para acoger los regalos que cada presente trae consigo. Y yo no quiero llenar de ausencias ese hueco vacío que ha dejado en mi interior. Quisiera verlo como una página en blanco reclamándome una nueva percepción, un nuevo comienzo. ¡Un nueva pluma para escribir un inesperado capítulo!

Extracto del libro Girasoles al Amanecer

Publicado por

Angela Castillo

Aprendiza de Poeta Maga