Un libro peregrino

Después de superar resistencias localizadas en un despertador que no escuché a las 6 de la mañana, en la lluvia resbalándose por el cristal donde asomaba un domingo plomizo y en los kilómetros de desplazamiento hasta La Seu d´Urgell, finalmente activé el ¡Sí! que días atrás lanzara como una flecha para estar ahí donde tanto me estaba costando llegar…

Y ¡Sí! llegué, y agradecí a lo largo de la jornada por tantos encuentros entrañables que se dieron en la comunicación, a veces verbal, a veces en un cruce de miradas que florecen en sonrisas al encontrarse… Y es que sucede que a veces nos paramos a buscarnos y otras nos despedimos en la fugacidad del segundo que nos permite reconocernos. Y no hay más que decir porque dos silencios se han hablado y dos miradas se han visto.
Y sucede también que a veces viene el encuentro acompañado de regalo tangible, un libro peregrino que una sonrisa pone en mis manos… Ahí siento la magia de los símbolos, pues me veo peregrinando de aquí para allá con mis criaturas literarias y, al abrir este libro peregrino, leo sus arrugas en mi piel y las notas garabateadas de los márgenes hacen eco en mi discurso interno, mientras los subrayados acentúan esa idea original que algunas veces se me borra en el trazado de los días, esa voz que me dice desde adentro del corazón (y desde el párrafo de un libro que ha recorrido incontables kilómetros para llegar a mi puerto): Tus resistencias conservan lo que tienes, pero ¡mira! mira cuántos regalos te ofrece el ¡Sí! que sostienes en cada paso ante lo impredecible…

Fira ConcienciaT de la Seu d´Urgell / LLeida

¡¡¡Gracias, amig@s, por tantos regalos en tantas formas distintas que me habéis compartido en este día!!!

Fira concienciat

Amor Universal

Decía Mozart que el genio de la creación no es la inteligencia sino el Amor. El amor en tu corazón es el que ofrece la genialidad creativa.

(…) Pero, en el centro del Círculo, el Recuerdo nace en ti y para contigo. En este punto todas las voces enmudecen para que renazca la Voz. Aquí se te caen los ropajes y llegas desnuda, como una niña inocente que ha jugado a ser madre y hermana y amante y amiga y trabajadora y responsable… Por esta puerta no puedes pasar con tantas definiciones que el tiempo te ha colgado como un manto, a veces bordado para una reina, a veces la toca de la servidumbre. Y lo cierto es que siempre ha pesado, pues no hay mucha diferencia entre un tejido y otro. Así, cuando llegas a este centro, no es para colgarte al hombro otra expectativa zurcida de memorias, sino para mojarte de una fragancia, de unas aguas vivas y cristalinas que revitalizan todos tus poros. Cuando llegas aquí no vienes a bordar ninguna creencia, sino a respirar la pureza y fortalecerte y beber la sustancia del amor; para llevarle la transparencia de estas aguas a las fuentes secas de tu mundo que han olvidado el rumor de la vida… // Extracto del libro Los Ojos de la Noche

Con la Asociación Amor Universal, en el Centro Oro Alquimia de Lleida

¡¡¡Gracias, amig@s, por esa página que escribimos junt@s el aire!!!

 

Un simple giro en la mirada

Lo que sostiene mi discurso es el latido consciente de un corazón que antaño palpitaba insensible y adormecido en una existencia tan corriente como la que puedan tener millones de personas. Hubo un antes, y hubo un simple giro en la mirada que generó un después. Pero no debe sonar esto a simpleza, a fácil, ya que lo simple es lo más complicado para una mente curtida en los laberintos del pensamiento. Nada tiene que ver este giro con mirar hacia otra parte… Esquivo un rostro detrás del espejo. Rechazo lo que me ha tocado vivir. Justifico una falta. Mitigo un dolor con sedantes. Perpetúo el recuerdo en mis ojos. Sueño el mañana con las carencias del ayer. Culpo a mi pareja, o a mi jefe, o al gobierno, o al mundo, de mis propias contradicciones…
Mirar hacia otra parte es un autoengaño, y es también lo primero que descubre la mirada que se ha girado hacia el autodescubrimiento… Empieza entonces un proceso en el que, poco a poco, a fuerza de aceptar y transformar el error, de entenderlo, la mirada aprende a leer por debajo de lo escrito. Llega la comprensión, la lectura de mí misma en el mundo que me rodea. O, viceversa, el mundo se me manifiesta desde dónde y cómo lo miro.
Finalmente, cuando se disuelve la separación entre el mundo y yo, la mirada se hace visión. ¿Hacia dónde mirar si no hay fuera ni dentro? La percepción es ahora directa, escapa a las interpretaciones mentales que casi siempre distorsionan la lucidez de un mensaje claro y contundente. Ver, Entender y Conocer se dan al mismo tiempo, como una luz que se enciende en el centro, en un parpadeo consciente, y que a su vez atraviesa todos los niveles del ser…

Con ASOCIACIÓN AMOR UNIVERSAL de Lleida

¡¡¡Gracias, amig@s, por vuestra acogida cálida, sincera y afectuosa!!!