Felicidad

No hay una fórmula general para ser feliz. La felicidad no se aprende en los manuales ni tampoco en las aulas. Nadie es examinado para comprobar si su coeficiente de felicidad está en un treinta por ciento o en un sobresaliente. La felicidad no se mide ni está sujeta a contratos de compra-venta y, en todo caso, depende de cada cual, de su disposición interna para sentirse satisfecho consigo mismo y con sus circunstancias.

Mirando el asunto desde otro enfoque, pensaba yo hace años que hay un camino para satisfacer las necesidades circunstanciales y otro que conduce a la felicidad. Hoy, sin embargo, los caminos me parecen una sucesión de momentos en dirección al mar, y me reconozco feliz en todos los instantes en los cuales no siento necesidad alguna de preguntarme dónde está Roma o la Felicidad…

Publicado por

Angela Castillo

Aprendiza de Poeta Maga