Voluntad

Pensé que el peregrino viaje tocaba a su fin, que había llegado al límite de las fronteras y de los sueños.
Pensé que la senda se extinguía bajo los pasos, como un sueño harto de soñar se dispersa con el despertar.
Pensé agotadas las provisiones de empeño y de ilusiones, y abordaba el momento de las despedidas con miradas taciturnas…
Pero la voluntad rehuye las tumbas; no acepta un final sin punto de comienzo.
¡Y fíjate cómo suceden los ciclos!
Cuando los viejos dichos languidecen en el crepúsculo, las nuevas melodías cantan al sol de la alborada.
Donde los viejos caminos se borran, los pies de ahora abren una vereda bordeada de des-conocimiento y de misterio.
Mientras se desdibuja la faz de antiguas quimeras, las nuevas arrugas dibujan el mapa de un rostro más verdadero…

Los zapatos de hoy

He llegado a la conclusión de que me limito cuando perfilo mis anhelos para el futuro. La vida siempre me ha sorprendido ofreciéndome más de lo que mi imaginación puede abarcar. Así que he acabado por rendirme. Me rindo ante la evidencia de que los zapatos de hoy (las necesidades de hoy) no encajarán en los pies del mañana. No, no son los zapatos los que hacen el camino, sino la voluntad actualizada en cada día de dar los pasos necesarios para andarlo…

El paso de ahora

Soy un fuego, una flecha y un destino. Y soy las tres cosas al mismo tiempo. A veces me vivo como llama encendida en el pecho, a veces como proyección, propósito o proyecto. A veces como culminación de una meta que le da su razón de ser al impulso primero y al recorrido. Pero soy las tres cosas en un mismo instante.
Soñé con una montaña enorme que se alzaba como una masa densa ante mi cabeza doblada hacia atrás atisbando sus cumbres. El fuego de mi voluntad se extinguía ante la lejanía inalcanzable de mi destino; pesaban mis huesos como esa misma mole de piedra en cada intento por escalarla. Pero la cima me alentaba impasible desde lo alto, diciéndome: “solo tienes que dar un paso, el paso de ahora, el único paso…” Sonreí a la cúspide y ya dejé de mirar hacia arriba; sencillamente di un paso y otro y otro. No sabría decir a ciencia cierta cuántos pasos dieron mis pies antes de que se diera el cambio de percepción. ¡¡¡La montaña me estaba entregando su fuerza!!! Yo era una misma con la montaña. Y, sin darme cuenta, ya estaba en la cima, liviana como la cima. Desde allí, desde las alturas, atisbé mi recorrido y pude ver al fondo de la ladera a una mujer cansada con la cabeza doblada hacia atrás, mirando en mi dirección. Desde allí le envié el mismo aliento que yo recibiera antes: “solo tienes que dar un paso, el paso de ahora, el  único paso…” Sentí su sonrisa en mi corazón y comprendí que ella y yo éramos la misma, en un mismo instante. Un mismo fuego, una misma flecha y un mismo destino…

en Centro Oshun // Sant Boi // Barcelona

¡¡Gracias amig@s, por tantas cosas que aprendí en este rato compartido!!

Los Ojos de la Noche

 

No le digas al día lo que te ha contado la noche,
pues podría el sol ponerse a ensoñar…

El reloj de la infancia se transforma en un círculo de piedras donde una mujer pasa la noche haciendo su Búsqueda de Visión, invocando la sabiduría ancestral de las Doce Ancianas. La voz de la Luna Llena se convierte en el hilo mágico que va conduciendo a la buscadora, desde la medianoche hasta el amanecer, en un viaje donde la sustancia de los sueños y el tejido de la recapitulación configuran el trenzado de luces y sombras, convertido en la claridad de un nuevo canto.

Mirar con los ojos de la noche es Recordar la mirada de la piedra, del aire, del fuego, del agua. Es abrir la visión a la unidad indisoluble del Amor que abarca un solo instante todas las miradas y todos los momentos en los cuales has amado…

Un nuevo amanecer nos aguarda en la fina luz que rompe la noche. Echemos ya a andar la mirada sobre el campo de flores nuevas que están naciendo en nuestro corazón. Llenemos cada momento de hálito renovado y sintamos lo infinito de cada instante, entregados a la paz que se siente en cada entrega…

Si deseas regalar o regalarte este libro en formato impreso, contacta con:   lamagiadelasrelaciones@gmail.com

 También está disponible en formato digital en:            
 Bubok  y Amazon

  

Girasoles al amanecer

La historia desplegada en estas páginas se desarrolla en una Comunidad del Valle Sagrado de Perú. Sus protagonistas son Buscadores de diferentes países que unen sus vidas para crecer juntos, acogiendo las costumbres y el conocimiento de una cultura ancestral. Aunque el escenario y los personajes descritos propicien la narrativa sobre los misterios de una Tradición milenaria, el desarrollo de la obra profundiza más en las relaciones a todos los niveles: con la naturaleza, con los elementos, con el trabajo, con el mundo invisible, con los compañeros de viaje; en definitiva, con uno mismo. Es la historia de una comunidad de Hombres y Mujeres Medicina que eligen el camino de la sanación, mostrando con sus vidas cómo enfrentar la existencia de una forma más sencilla, honesta y fuerte…

“Girasoles decaídos tras una larga noche de sombras oscuras, que despertaron una mañana abriendo sus pétalos a la luz del amanecer, elevaron sus corazones hacia el cielo y no necesitaron más motivo, para colmar el nuevo día, que girar en dirección al sol…”

Si deseas regalar o regalarte este libro en formato impreso, contacta con: lamagiadelasrelaciones@gmail.com

También está disponible en formato digital en: Bubok  y Amazon

          

Somos flechas lanzadas por la vida, en cada elección marcamos nuestra proyección, nuestro destino, todas las elecciones que hice convergieron en este lugar, en este camino…

Y es cierto que elecciones muy importantes hube de hacer antes de viajar a Perú. Cualquiera podría pensar que cruzar el océano, hoy en día, no tiene nada de extraordinario: muchas personas pueden aprovechar el mes de vacaciones en conocer otros países, más o menos exóticos. En mi caso, sin embargo, fue una cuestión de conseguir más tiempo del que se requiere para hacer turismo. Desde siempre, más que la figura del turista, me interesó la del peregrino, o viajero que se busca a sí mismo en otras culturas o formas de entender la vida. Hay viajes y viajes, pero los más auténticos, pienso yo, son aquellos que nos devuelven a casa como seres diferentes y más acordes con nuestra verdadera naturaleza.

… Sin embargo, lo más extraordinario de esta experiencia es que podría haber sucedido, y puede suceder, en cualquier lugar del mundo. Lo más sorprendente es que las voces que suenan en estas páginas podrían ser, en esencia, las de cualquier persona que se baja un rato del mundo con el propósito de descubrir quién vive bajo los ropajes diseñados por su tradición, cultura o circunstancias vitales…

Abuelo Fuego

A lo largo del intenso verano, el día fue menguando en su giro incesante hasta equipararse con la noche que, en la misma medida, ha ido alargando su velo estrellado sobre el tiempo. Luz y oscuridad convergen ahora en un punto equidistante. Equilibrio de los opuestos que vivimos por un día y ante el cual muchos pueblos siguen elevando el fuego sagrado, poniéndole al Abuelo un rezo de trasmutación para la Madre Tierra, para el ser humano, para la vida misma… Agradecimiento por los frutos de las estaciones vividas y apertura a los cambios que la nueva estación trae consigo… Mas, como arriba es igual que abajo y adentro es igual que afuera, la ceremonia también es vivida en el interior de cada participante que ha puesto ahí su corazón, su rezo… El Fuego del Espíritu aviva en nosotros el continuo flujo de renovación, enciende la voluntad que impulsa nuevos propósitos para una nueva estación, funde todos aquellos elementos que nos sirvieron ayer para avanzar pero inútiles ya en este nuevo ciclo, evapora las ideas y pensamientos opresivos y nos deja la claridad resplandeciente de un cielo más limpio en el horizonte de nuestra mente…

“Mi alma derrocha fragancias mientras vuela con el polen de la primavera, desperezándose entre pétalos de flores y alas de mariposa… Mi alma suda madurando las siembras del verano, se regocija en la risa de los niños, se mece en las intrépidas olas, adormeciéndose en las tardes de solano… Mi alma apremia, con los vientos del otoño, por dispensar sus cosechas; no sea que el invierno se apresure devolviendo los frutos a la tierra… Mi alma se recoge en la escarcha de los amaneceres cuando arrecian los fríos del invierno, escondiéndose en las grietas del hielo, acurrucándose en la soledad de los hombres…”
Extracto del libro «Girasoles al amanecer«

  22 de Septiembre de 2010 – Ceremonia del Fuego en el Esquinocio de Otoño – En Sierra Morena – Córdoba

Ecoaldeas

Ahora sí que puedo asegurar, por si alguien lo pregunta, que vivir la magia del corazón no es un cuento para niños ni una utopía para ilusos, sino una realidad que tiene nombre de cortijo y entorno de oasis verdeando entre paisajes baldíos. Y lo mismo atestiguarán, por si a alguien le queda duda, un centenar de gentes de distintas geografías que han compartido su Arte, su Conocimiento, su Medicina, conviviendo en perfecta armonía…

Al amanecer, entre huertos ecológicos, árboles frutales y olivos, han visto también los girasoles cómo  el sol se levanta sobre el horizonte, girándose sobre el regalo de un nuevo día donde aprender de quienes ya desaprendieron, donde convivir rezuma vida en la expresión de tanta creatividad, de tantos talentos…

Las manos se unen en un gigantesco círculo –la derecha entrega, la izquierda recibe– y los pies descalzos sobre la hierba hacen contacto con la Madre Tierra,  sintiendo todos el mismo ritmo, un único latido…. La caracola saluda a las cuatro direcciones y el soplido del viento responde con reverencia dispersando las bendiciones del cielo… La madreselva exhala su perfume en las cuerdas de la guitarra mientras el oráculo canta con voz melodiosa el mensaje que resuena en el más íntimo anhelo…

La comida sabe rica incluso antes de probarla por la sonrisa que al servirla puso la buena Voluntad del voluntariado… Escribimos nuestros sueños -«que un mundo mejor sea posible»- en cientos de telas que después se convierten en la gran bandera que el viento ondea como si pretendiese esparcirlos por todo el planeta…

Las noches huelen a música y a humo que expande el fuego encendido en la era, a conversaciones que se renuevan, a un querer saber más de éste o de aquélla: “¿de dónde vienes, adónde vas? Venía de allá buscando un lugarcito en el mundo”…  En el cielo estrellado, «algo» –nadie sabe qué– estalla -¿de gozo?-  generando una enorme aureola que nos guiña su ojo verdoso desde la cúpula celeste…  Y un nuevo amanecer nos despierta del sueño inconsciente, y vivimos un día más dentro de la magia de esos sueños  que se empeñan con todo el corazón en no adormecerse de nuevo…

GIRASOLES AL AMANECER en el XIII Encuentro Ibérico de Ecoaldeas en el CORTIJO LOS BAÑOS

¡¡¡Gracias, gracias, gracias, por tantos regalos compartidos en hermandad!!!

Los ojos del peregrino

Mi tiempo se acabó antes de lo previsto y no pude permitirme más días en el Camino. La realidad que dejé atrás se colocó, irremediablemente, delante de mí, sin ofrecerme opción alguna para evitarla. Pero no creas que la decepción hizo su asomo ante la idea de abandonar mi aventura casi a las puertas de superar el objetivo; llegar a pie hasta el final. ¡Qué importancia tenían unos kilómetros más o menos! Los pasos andados ya me enseñaron que proyectarse hacia delante no tiene tanto mérito, es una continua práctica de ejercicios que la propia existencia ya te hace desarrollar, constancia, resistencia, voluntad. Y, sin embargo, lo más arduo, es llegar al momento en que te encuentras ahora. En los breves instantes que lo conseguí, sentí que aquello debía ser lo que los místicos definen como cielo.

No pude resistir la tentación de subirme a un autobús que recorrió en pocas horas la misma distancia que mis pies hubiesen tardado unos días en andar, para regalarme, aunque solo fueran unos momentos, en esa ciudad que siempre estuvo ahí como destino final. ¡El gran trofeo a mi esfuerzo! No me dirigí hacia ella para recoger el premio, sentía que la experiencia ya me había condecorado por sí misma, el motivo fue más bien entregarlo como ofrenda. Y cuando crees que puedes ofrecer un trocito de ti a la vida, ésta te sorprende con todo un banquete de placeres desplegados para deleitarte.

La cara risueña de aquella que me regaló su libro. Los brazos abiertos hacia quienes me dieron un soplo de aliento. Palabras de agradecimiento al que curó mis heridas. Risas cómplices al rememorar momentos compartidos. Apretones para aquel que me animó con su estímulo. Despedidas que no llevaban el peso del adiós sino la dicha de habernos conocido. Aire festivo. Pieles curtidas por los elementos. ¡Y la luz! ¡Esa luz en los ojos del peregrino tan difícil encontrar en el ciudadano de a pie! …. // Extracto del libro Semillas de un Sueño

Celebración de la Semana del Libro en Castillo de Locubín / Primer encuentro de escritores andaluces

¡¡¡Gracias, Castillo de Locubín, por una página más en nuestra trayectoria literaria!!!

Semillas de un Sueño

Autora: Angela Castillo // Género: Narrativa

Sinopsis: Los protagonistas de esta historia hacen un recorrido por el paraíso de la ilusión, en el Camino de Santiago, para desembocar en las tinieblas del desamor, cuando interfieren las desavenencias de sus circunstancias externas…

Semillas de un sueño que sutiles manos sueltan al azar, agarrándose a suelos áridos. Diminutos brotes de una flor que asoman tímidos al corazón y son aplastados por la realidad…

“¿Y qué es el amor, ese cielo que la saeta de Cupido nos deposita en el corazón o ese infiernos en el que agonizamos cuando la flecha está envenenada por el miedo…?”

* * *

semillas de un sueñoSemillas de un Sueño es una historia de amor y desamor, un intento de expresar y entender la escala emocional inherente a toda relación amorosa. Al escribir esta obra trascendí muchos planteamientos erróneos sobre mi visión del amor: el miedo a fundirse en el otro, la falta de compromiso, las expectativas, la rutina, la soledad, el sentimiento de abandono… Trabajar en esta obra supuso un cambio de dirección en mi búsqueda, un desviar la mirada hacia dentro; o, parafraseando una de sus páginas, se podría decir que lo viví como un dejarse caer hasta el fondo, sin oponer resistencia alguna. Y allí donde se pierden las largas extremidades de la dualidad, donde no existe lo profundo o lo elevado, lo bueno o malo, lo masculino o femenino, me encontré con lo que hay, o sea, nada. Nada que perder. Nada a lo que aferrarse, todo es un juego en el que la nada se distrae soñando el universo de las cosas…
En las páginas de Semillas de un sueño hay más ingenuidad que experiencia, más sinceridad que habilidad, más desnudez que documentación y más corazón que técnica. Sin embargo, esta obra fue un solo paso, quizá más importante por ser el primero, pero un solo paso no hace un camino…

Si deseas regalar o regalarte este libro en formato impreso, contacta con:   lamagiadelasrelaciones@gmail.com

También está disponible en formato digital en:  Bubok  y Amazon