Ternura

El rosal crece en un rincón sombrío del soportal de la casa.
Sus hojas cenicientas tocan espacios en mi ser que desconocen la luz.
Las ramas se estiran hacia la claridad,
buscando un rayo de sol que apenas las rozan.
Hay emociones que crecen torcidas,
desquiciándote y desquiciando sin medida.
Se dirigen hacia la luz atravesando incertidumbres, penumbras.
Se siente la ternura de su esfuerzo
cuando tocan los pétalos de tu alma.
Cuando, allí donde no se ve una flor, hueles el aroma de las rosas…

Publicado por

Angela Castillo

Aprendiza de Poeta Maga