¡Bienvenida Primavera!

En los últimos meses el tiempo se me está manifestando como un proceso que ensancha o encoge los ciclos según mi capacidad de asimilar cada transformación. Observo que la medida de mis tiempos va en función de cuánto tarda en asomar la primavera, despierta y radiante, como culminación íntima de esos procesos de indagación en el retiro interno. Como si la cueva del alma fuese el único abrazo protector cuando zarandea la tempestad y no hay más refugio que el que cada cual puede darse a sí mismo.

Por eso, ¡bienvenida siempre, Primavera! Sea cual sea el momento en el que te manifiestas, ya sea como explosión de vida que se renueva o como implosión de una dicha contenida en el letargo de toda incubación. Bienvenida eres cuando tu aliento sopla en la última fatiga, la que finalmente se rinde a lo evidente y en esa misma aceptación respira tu impulso renovador. Siempre eres, aunque no todas las miradas vean a la vez cómo extiendes tu manto de colores y fragancias en la piel de cada invierno, como si te escondieras a ratos para coser las roturas del tejido vital desgastado por el tiempo. Bienvenida siempre, porque cuando tú asomas y yo te siento, sé que ha merecido la pena el esfuerzo.

Me conduce la imagen a un encuentro en la Cerdanya donde se me entregaron varias prendas para coser. Acepté sin rechistar el encargo de pasarme una mañana haciendo zurcidos. Luego, sin embargo, agradecí por esa meditación con aguja y dedal, pues al mismo tiempo que punteaba a los lados deshilachados de cada roto, sentía que estaba cosiendo un desgarro en el tejido sutil. Hasta que llegué a una prenda cuya rotura era de tales dimensiones que pensé: “No merece la pena el esfuerzo” Fue decirlo y, como una lluvia imparable de retazos e inviernos, se me cayeron encima todos los “no merece la pena” acumulados en la memoria del tiempo.

Por eso eres bienvenida, Primavera, porque llegas a mostrarme tu manto primorosamente cosido, después de haberle encontrado a cada retal su sitio, a cada color sus matices y contrastes, a cada despojo su sentido. Gracias por la comprensión profunda que no hay un basurero donde arrojar lo que no me gusta, que nada queda fuera de mi, que todo está dentro de un mismo proceso: transformación. Pero, sobre todo, llegas para recordarme que siempre merece la pena el esfuerzo de coser en la esencia lo que el tiempo ha roto en el tejido de las relaciones.

Llegas, hoy, ahora, para regalarme este: ¡Sí! Ha merecido la alegría el desgarro, y la tempestad y el proceso, porque, en el empeño de zurcir y entender y aceptar, has podido sentir cómo el amor está bordando con hilos primorosos al otro lado del tejido que vas uniendo...

Recital Poético

Encuentro con la Poesía de Miradas Peregrinas y con la obra narrativa de Ángela Castillo en el Castillo de Abén Yucef. TerrinchesCiudad Real.

La poesía es universal, de todos los lugares y pueblos, cuando nos habla de las cosas sencillas y comprensibles que transcurren en el gran viaje o peregrinación de la vida.

Miradas Peregrinas y sus tres predecesores – Semillas de un Sueño, Girasoles al Amanecer y Los Ojos de la Noche – ofrecen una mirada poética y literaria que nos aproxima al universo de las palabras y al lenguaje intemporal, sin edad, contenido en los libros escritos y leídos con corazón.

Es el impulso que habita en todos los rincones donde el ser humano deja impresa su huella y que toma vida en cada latido de la página blanca, en cada verso libre, cuando consigue transmitir, sin fronteras, en el lenguaje de la emoción y del sentimiento.

La Introducción al acto fue a cargo de Domingo García

Miradas Peregrinas

portada frontalAutora: Angela Castillo Olmo

Diseño Gráfico: Nathalie Nascimento

Género: Poesía
Idioma: Castellano
Encuadernación: Tapa blanda

Tinta interior: Blanco/negro con ilustraciones

Dimensiones: 13.5 X 18.0 cm

Si quieres regalar o regalarte este libro en formato impreso, contacta con:

 lamagiadelasrelaciones@gmail.com

En  BUBOK >>> está disponible con formato digital 

Y, también, el AudioLibro, que cuenta con la participación y música de Domingo García

“En la Tradición de los Poetas Magos, cuenta la leyenda que hay una Alianza entre un Pájaro y un Peregrino del Alba. Cada vez que el Buscador se ve perdido en laberinto de la incertidumbre, el Ave, que desde las alturas ve todos los caminos, suelta una pluma, indicando la dirección a seguir. De tal forma, dice la leyenda que, cada vez que aparece una pluma en tu camino, el Universo te está diciendo con un guiño: “Estás donde tienes que estar, haciendo lo que ahora toca hacer, y todas las vías están abiertas para que tus sueños se hagan realidad…”

Esta recopilación de Miradas Peregrinas es un ramillete de plumas que encontré en mi caminar por las veredas del AutoConocimiento. En estas páginas las suelto y ojalá su lectura abra nuevas sendas ante tu Mirada… Angela Castillo

Amanecer

Amanecer en cada noche oscura.
Acercarse a la fuente cantarina
y a los lamentos de una piedra,
quemarse con el fuego
y despedirse de sus cenizas…
Pero ya no hay cenizas a las que decir adiós. Hay una llama renovada que se aviva con el soplo del viento. Hay un gran regalo hecho de esencias que siempre estuvo ahí, esperando a que se me cayeran todos los frascos de cristal donde quise guardarlas. Y, acaso porque la luna llena se bebió los lamentos de la noche mientras cantaba su canción reflejada en la fuente de piedra, el fuego de este nuevo amanecer calienta pero ya no quema…

Decreto de la Diosa

Una vez al mes en Luna Nueva o Llena, reuníos todas las mujeres en algún lugar secreto en nombre mío.
Allí os enseñaré cosas desconocidas y seremos libres de la esclavitud. En alabanza mía, bailaréis, comeréis, haréis música y os regocijaréis ya que mío es el éxtasis del espíritu, y mía es también la alegría de la tierra, y mi ley es el amor a todas las cosas.
Mantened puros vuestros ideales más altos, porfiad siempre por ellos, no os detengáis ni os desaniméis. porque mía es la puerta secreta que lleva a la tierra de la juventud, y mía es la copa del vino de la vida y el caldero que es el Grial sagrado de inmortalidad. Yo soy la diosa graciosa que otorga el regalo de la alegría de la vida a los corazones.
En la tierra doy conocimiento del espíritu eterno, y más allá de la muerte doy paz y libertad y me fundo con todos. No pido sacrificios porque soy la madre de todos los seres y mi amor se vierte sobre la materia. Yo, que soy la belleza de la tierra verde y la blanca luna entre las estrellas y los misterios de las aguas y el deseo de los corazones, llamo a vuestra alma para que se levante y venga a mi, pues yo soy el alma de la naturaleza que da vida al universo. De mí proceden todas las cosas y a mí todas las cosas deben retornar.
Por ello ante mi rostro, amado por dioses y humanos, permitid que vuestro interior más profundo se abra al rapto del infinito.
Que mi culto provenga del corazón que se regocija, ya que todos los actos de amor y de placer son mis rituales. Que tengáis la belleza y la fortaleza, el poder y la compasión, el honor y la humildad, la alegría y la reverencia.
Y vosotras, mujeres que queréis conocerme, debéis saber que esa búsqueda y ese anhelo no servirán de nada si no os abrís al Misterio, pues todo lo que buscáis fuera sólo lo encontraréis dentro de vosotras mismas. Recordad que estoy con vosotras desde el principio y soy lo que llega cuando se acaba el deseo.
Sed bendecid@s
(Texto atribuido a Doreen Valiente, 1922-1999)

Soledad…un sol que se da

¿Acaso escribí incontables páginas de necias frases para llegar a la conclusión de que mi corazón no fue quien movió la pluma? Párrafos y párrafos rectificados con tachones, con interrogantes sin cerrar, con exclamaciones dolorosas, con dilemas sin resolver. Frases trazadas con anhelos de supervivencia por salir de un mar lleno de soledad y amor perdido. Sin comprender lo que la vida convirtió en desechos en un instante de confusión. Aquello que un día fue, y de lo que formamos parte los dos, se perdió sin perderse, quedando la sensación de que nunca existió y, sin embargo, sigue flotando en el aire que respiro. Aquel fuego que encendimos quedó sin vida dejándome solamente las cenizas como prueba de su realidad.

…Luego la soledad encogió los espacios, la consciencia, los colores, el mundo, las palabras. Y me dediqué a descubrirla a ella cual si fuera un espejo donde pude mirarme a niveles tan profundos. La soledad se me impuso formando una burbuja hermética que no dejaba pasar a nadie. Acaparadora, celosa, absorbente, de movimientos lentos. Perezosa, ya que su capricho era quedarse, convirtiéndose en una compañera difícil de ignorar. ¡Insustituible! Un sol que se da. A pesar de su silencio logró arrancarme algún grito lastimero cuando me presentó su rostro más cruel. Capaz de guiarme por las sendas oscuras donde flotaba sin rumbo entre la inseguridad y el anhelo. Fue generosa al concederme tiempo para conocerme mejor. Pero, ante todo, se convirtió en mi amiga del alma.

Y después, poco a poco, la soledad rasgó la burbuja haciéndome permeable a la magia de tantas relaciones que vinieron al encuentro. Hasta que por fin se ha despedido diciéndome que llegó el momento de su partida, que se va contenta porque me deja en buena disposición para afrontar la vida, y con las manos abiertas para acoger los regalos que cada presente trae consigo. Y yo no quiero llenar de ausencias ese hueco vacío que ha dejado en mi interior. Quisiera verlo como una página en blanco reclamándome una nueva percepción, un nuevo comienzo. ¡Un nueva pluma para escribir un inesperado capítulo!

Extracto del libro Girasoles al Amanecer

Equinoccio de Otoño

Asoman por el horizonte de cada cita las caras amigas con brazos abiertos y el corazón en cada sonrisa. ¡Sí! ¡Cuántos pasos hemos dado en la circunferencia del reloj para finalmente encontrarnos de nuevo en el presente de la vivencia compartida, con la mirada renovada! Cada cual dio los suyos, cada cual vivió su proceso particular. Y sé que he crecido porque os veo crecid@s. Puedo ver a través de cada espejo que me ofrecéis los aspectos que se han resuelto en mí, y aquéllos que todavía están en el esfuerzo de concretarse.

Los ojos de la tarde, de la velada, del amanecer -de un día donde las horas se ensanchan por tanta acogida-, miran los silencios y las conversaciones que ya no pretenden explicar nada, sino sentir cada momento así como se va manifestando. Habla el amor que rompe los esquemas; el amor que encuentra su pálpito sereno dentro del marco establecido; el amor que quiere cerrar un círculo de aprendizaje y a ratos se queda atascado… Giran los ciclos y el círculo se abre a nuevas relaciones que traen consigo otros enfoques.
Y bailan en la mirada los colores de la dulzura, cuando me doy cuenta que has comprendido, que hemos entendido lo esencial en el intercambio de nuestros «regalos»… Un nuevo guiño me hacen Los ojos de la noche, Girasoles al amanecer, Semillas de un Sueño, diciéndome algo así como: acaso lo mágico de estos libros no esté tanto en lo escrito, sino en las páginas vivas que cada Encuentro imprime en el corazón cuando el reconocimiento mutuo me da la oportunidad de presentártelos…

Encuentro para celebrar el equinoccio // Punto de Equilibrio Garraf – Barcelona

¡¡¡Gracias, amig@s, por tanta creatividad, confianza, regalos… por tanto amor!!!

Sueños

Tu mirada ha abierto la puerta a esa dimensión donde los sueños tejidos con hebras de luz esperan desde siempre a que les des realidad en el reino de lo concreto. Sólo tú puedes hacer que esa expresión única y original, inscrita desde siempre en el telar mágico de tu corazón, despierte de su estado latente, tomando cuerpo en la realidad del tiempo. Y, sin embargo, no puedes forzar nada. Los sueños te acompañan en tu recorrido como Presencias intocables, sin dejar huellas sobre el trazado del camino, siendo tu consciencia la que convierte en rastro perceptible lo que ha sido pisada silenciosa. Los sueños están en todas partes y pueden ser muchas cosas a la vez, aunque, en esa avidez de tu mirada por aferrar lo que intuyes pero no ves, los perpetúes en el viento que sopla a las nubes y el agua que riega la tierra y la semilla que fecunda el árbol y la leña que prende el fuego. Da igual en qué forma los recreen tus memorias, ellos son el Recuerdo silente e iluminado que te inspira en las horas del día mientras laboras la rutina de tus quehaceres, hasta que la noche te abraza con su manto de estrellas. Y allí, en la profundidad del descanso merecido, son esas Presencias las que te despiertan a un mundo diferente con colores más intensos y paisajes más vivos, donde el fuego, y las nubes, y el agua, y el árbol, se quitan el nombre y desvelan su misterio. Ahí es cuando te soplan al oído: sólo el silencio sabe, sólo del silencio se aprende… Extracto del libro Los Ojos de la Noche

El «Sí» que me sostiene

Entrevista en la 10ª Puerta con Santi Guerrero
Ciencia y Espíritu Televisión
¿Cuál es el «Sí» que me sostiene cuando todas mis creencias se han derrumbado?

PRESENTACIÓN: Hace una década que inicié el camino de búsqueda y autoconocimiento proyectando mis preguntas esenciales hacia lo horizontal: viajes, talleres, libros, conferencias… hasta que finalmente tomé consciencia de la verticalidad del Ser. En este recorrido que hace la “gran pregunta” en su búsqueda de un sentido más amplio y profundo, he vivido la quietud en el silencio de la meditación, y he danzado con el poder del canto sagrado, de la palabra hecha entendimiento, de la imagen que se hace poema. Y también me he rendido ante el Gran Misterio, aprendiendo de los incontables mundos que coexisten en el espacio que abarca una mirada. Aprendiéndome en ellos…

¡Mi agradecimiento al espacio de Ciencia y Espíritu Televisión y a la invitación de Santi Guerrero!

La percepción de crecimiento

Hace unas semanas que llegué con la Primavera. El ciruelo y el almendro estaban vestidos de blanco. El laurel sigue enfermo con un teñido oscuro en sus hojas, pero le han nacido tallos nuevos pintados con el verde intenso de la vida que se renueva pese a todo. El invierno todavía descansaba en las ramas desnudas de las dos moreras y, sin saber cómo, ya son visibles los brotes de los frutos venideros. Mermelada de moras. En alguna mañana del porvenir nos sentamos a desayunar a la sombra del ciruelo y en algún intervalo silencioso paladeamos la esencia del crecimiento y el sabor de las estaciones untados en la tostada.

Crecimiento. Crecer. Hacer el recorrido para que se haga visible, palpable, degustable, lo que somos en estado potencial. Encontrar la libertad de ser plenamente lo que somos. Y me conduce la reflexión a tomar consciencia de cómo la idea de crecimiento ha hecho un giro de 180 grados en mi percepción. La exigencia que antaño le puse al propio crecimiento, ese “quiero más”, más recursos, más conocimiento, más opciones, más de ti… ha cambiado por este “cuánto de grande es el espacio de libertad en mí”. Al fin y al cabo mi corazón es un pajarillo que escribe el canto del aire en las ramas del árbol, aunque a veces exclama la tristeza del encierro, de tantos obstáculos y barrotes que le niegan el vuelo.

En este encuentro de bienvenida a la primavera he podido comprobar que, mientras quedé atrapada en las tormentas y barrizales del invierno, peleándome con las penumbras de la incertidumbre, la Madre Naturaleza seguía gestando nuevos paisajes en el giro del tiempo. Y es porque pude soltar, reconciliarme, aceptar, amar pese a todo, que este pajarillo pudo alzar su vuelo en esos instantes compartidos y escribir en otros corazones el dulce aleteo del amor…

Celebración de Bienvenida a la Primavera / Punto de Equilibrio Garraf – Barcelona

¡¡¡Gracias a todos los corazones que acudisteis al llamado!!! Que los nuevos brotes de cada árbol que somos encuentren su espacio de florecimiento y un canto dichoso en nuestras ramas…

¡Feliz Año Nuevo!

Despidiendo a un inquilino en el tiempo

Respiras profundo mientras los dedos teclean estos renglones, como pidiéndole al aire que oxigene las palabras de despedida, las que hayan de acudir a pronunciarse en este adiós sin uvas ni campanadas todavía. Seguirán girando las estaciones y podrás mirar desde otra perspectiva lo vivido, y dará igual por dónde y cómo lo contemples en la rueda del tiempo: este año lo verás siempre como el que dio acogida a un inquilino que se instaló en tu mente y con el cual has convivido en los últimos meses.
Acaso fuese más efectivo que el dulce espacio del silencio o la música callada del corazón tocasen las notas del adiós sin discurso ni creencia, y no darle voz a las palabras que durante tanto tiempo han respirado aires rancios de emociones manidas, las que no pueden sino exhalar lo re-sentido, lo repetido una y otra vez en los circuitos cerrados de una percepción que te atrapa ahí donde no hay orificios que ventilen olores añejos.
Sí, tal vez fuera más positivo enmudecer cuando las palabras no pueden renovar los aires, cuando se vuelven cansinas de trasladar siempre lo mismo. Porque si las palabras son vehículos con el poder transportar la materia sutil de los sueños, también se hacen portadoras de esa sustancia turbia y espesa que hace los días pesados, que te deja sin fuerzas para afrontar el reto de seguir viviendo. Las palabras son potencias creadoras o destructivas y las que van cargadas de emociones pesadas pueden ser una losa brutal allá donde caigan, sean o no pronunciadas, pues al igual que hay una música callada que resuena en otro corazón, también están los pensamientos no expresados que se convierten en inquilinos de la mente que los hospeda.
Pero no, el paradigma mental no ofrece hospitalidad, esto es cosa del corazón, del Hogar. La mente absorbe y se apropia y dice “esto es mío” cuando las palabras peregrinas pasan por la puerta hablando de libertad, de amor, de conocimiento; o entra en conflicto contra esas creencias que se aposentan sedentarias en tu cabeza y no armonizan con los parámetros que te identifican. «Esto no es mío. Aquí hay un intruso y hay que echarle fuera», gritan entonces tus emociones. Lo que pasa es que en esta contienda intentas desalojar tu casa de «eso» con lo que no te identificas y lo haces proyectando la acometida contra «eso» del otro lado que lo refleja. Pero al final resulta que el embate se está dando dentro de ti, en tus propias percepciones.
Tu paradigma mental está en conflicto contra ese inquilino al que abriste la puerta cuando llegó con los bolsillos llenos de oportunidades que luego resultaron falacias. Gran batalla la de este año para expulsar lo que dices que no es tuyo, lo que adjudicas al mundo que te rodea, pero ¿cómo desalojas las sombras que el intruso ha despertado en ti, las que han vivido en tu mente y se han nutrido de tus emociones? ¿Debajo de qué excusa te escondes si ya todas las creencias que sostuvieron la percepción de lo que eres han sido saqueadas? Todo en ti ha quedado a la intemperie, sin techos ni paredes. La cruel batalla te ha dejado sin murallas que definan lo que es tu conquista (lo que tomaste del mundo) y lo que te ha sido arrebatado porque lo entregaste sin soltarlo. No ¡Basta! Ya no quedan fuerzas que malgastar en esta encerrona absurda.

Y así llegas a la última hoja del calendario anual y repites el ritual de uvas y campanadas renovadoras de propósitos que han de motivarte a girar otra vuelta en la rueda del tiempo. Lo que pasa es que esta noche es especial porque ahí mismo donde recibiste el año puedes respirar más profundo y decir adiós ya sin miedos ni agravios. Por esta vez la despedida no te deja acidez en el paladar sino el dulzor del fruto maduro en la palabra. Adiós y gracias por la dulzura en la madurez de un proceso. Adiós y gracias por la esencia del aprendizaje que vino a traerte ese inquilino cuyo nombre es Crisis.
Y lo mágico del asunto es que ha sido al darle la vuelta al inoportuno ocupante cuando le has reconocido en el giro de tantas estaciones vestido de las circunstancias más variopintas. ¿O acaso no es también el mismo párrafo que te has vivido de tantas maneras, pero siempre del revés? Tu sueño no necesita paredes donde colgar cuadros con paisajes, ni techos donde pintar estrellas. Y allá donde está tu sueño, el tuyo, está tu Hogar.

Un propósito inédito quiere nacer entre las campanadas que tocan el final y el comienzo. Ojalá que las palabras peregrinas y los pensamientos inquilinos cesen de cincelar culpas en las paredes de la mente y retornen a la conciencia del Hogar.
El Hogar es un estado del ser sin muros que separen lo tuyo de lo mío, ni techos que limiten el desarrollo de lo que somos. Despertar a esta dimensión es sentimos libres de ser lo que somos ahora, y que esta libertad libere el amor oprimido en lo que no pudo ser.
El Hogar es una transparencia en la percepción que nos hace ver y aceptar el mundo así como es, y no como quisiéramos que fuera.
El Hogar es nuestro espacio más sagrado, y como inquilinos de la mente nos vamos preparando para habitarlo. Hasta que finalmente descubrimos que es el Hogar el que nos habita mientras no le contaminemos con la basura que captan nuestros cerebros o la que está acumulada en nuestras memorias inconscientes.
Nos relacionamos con los demás a diferentes niveles de intercambio pero nos quedamos y arraigamos y permanecemos en ese corazón donde sentimos la sensación de estar en casa, de no ser inquilinos saqueadores en el espacio que nos alberga.
El Hogar es una alianza a nivel sutil que no se deja atrapar ni condicionar; el contexto y formas de relación no dan garantías de Hogar por muchas veces que nos casemos o por muy numerosa que sea nuestra familia o por muchas casas que construyamos. Y acaso sea por esto que, salvo en momentos puntuales, todos somos niños huérfanos que vamos creando un mundo de sustitutos y artificios y proyecciones que nos hagan olvidar la incertidumbre del destierro.
La añoranza del Hogar, más despierta o más latente en cada cual, es el anhelo profundo de intimidad en el acto de relacionarnos. Sentirnos en casa en el corazón de otro ser, albergar al corazón que nos alberga, porque esa sensación compartida nos recuerda el cuidado esencial de una madre, la protección inherente al padre, la complicidad y reconocimiento y apoyo en la hermandad…

Recuerdas en esta despedida el dulce espacio del silencio. La música callada del amor danza libremente en tu respiración. Empieza otro giro en la rueda del tiempo y esta vez ya no estás fuera sino dentro del corazón de la casa, de la familia, de la sociedad, del universo… Y sonríe la última campanada en el Hogar que te recibe y acoge y da la bienvenida a las puertas de un corazón que te está llamando desde adentro…

Desde este rincón en una esquina del viento 
soplo en las plumas de un pajarillo que
oirás cantar en algún momento
mis mejores deseos para ti 
y todas tus relaciones…

Amor de espinas y de rosas

“Muéstrame las espinas
que yo miraré las rosas,
aún conservan su fragancia,
aún perdura su hermosura…
Ya sé, no hay rosas sin espinas,
mas ¡cómo duele!
tú ya sabes cómo,
un amor sin rosas…”

Amor por omisión, que se espanta ante la consistencia, que sólo vive en la fantasía, que sueña un boceto imaginario donde incorporar una realidad tangible pero ninguna se ajusta a él. Y quiebra, modifica, mutila lo auténtico porque su esquema es irrompible. Amor predestinado a morir en la realidad y, conocedor de ello, me la niega rotundamente.
Amor usurpador, que se proyecta hacia otra mente, la seduce, la posee, la conquista, y la transforma en su reflejo, para luego descubrir que no soporta mirarse en ese espejo ya que siempre huyó de su propia imagen, la misma que ha compuesto frente a sí. Amor de manos abiertas que dejan caer lo que sostienen para alcanzar lo que me es negado.
Amor invadido, que se estira y se encoge, se expande y se reduce, se agrega y se mutila, en su intento de encajar perfectamente en el molde de otra identidad, pagando un doble precio al conquistador: el del esfuerzo por amoldarse y el de la pérdida de la propia identidad. Amor que guarda celosamente lo que recibe, y me hace depender de ello porque soy incapaz de generarlo…
semillas de un sueño… Pero anoche el amor entró en mis sueños dejándome un boquete abierto al exterior, un nuevo punto de referencia hacia el que mirar. Y me salvó, porque había dejado de creer en la vida, en ti, en mí, y me levanto hoy con la esperanza y curiosidad necesarias para seguir buscando. Ahora sé que se puede abrir una grieta en el tejado y tocar una versión más elevada de lo que somos, de lo que sentimos, de lo que vemos en otros, de lo que pude percibir. Mas no podemos sentarnos tranquilamente a mirar el techo, hemos de arañarlo, romperlo, traspasarlo, si queremos acceder a ese anhelado mundo que nos está esperando…

Extracto del libro Semillas de un Sueño

Si quieres cambiar el mundo, ama a un hombre

Mujer…
Si quieres cambiar el mundo, ama a un hombre,
realmente ámalo.

Ama al hombre cuya alma llame a la tuya con claridad,
al hombre que te ve,
al que tiene suficiente coraje como para mostrar su miedo.
Acepta su mano y guíala suavemente hacia el fondo de tu corazón,
donde él pueda sentir tu calidez y descansar
y quemar su pesada carga en tu fuego.
Míralo a los ojos y encuentra a sus padres y abuelos,
y esas guerras donde sus espíritus lucharon
en tierras lejanas, en tiempos remotos.
Encuentra sus dolores y peleas y culpas,
sin juicio, y déjalo todo ir, suéltalo.
Siente su carga ancestral.
Lo que busca es un refugio seguro en ti.
Déjalo derretirse en su firme mirada,
sabiendo que no necesitas despejar esa furia,
porque tienes útero, una puerta profunda y dulce
para lavar y renovar las viejas heridas.

Si quieres cambiar el mundo, ama a un hombre,
realmente ámalo.
Siéntate delante de él en la plena majestuosidad
de tu feminidad, en el aliento de tu vulnerabilidad,
en el juego de tu infantil inocencia,
en las profundidades de tu muerte,
e invítalo a florecer, suavemente entregada.
Y permite que su poder masculino de un paso hacia ti
para nadar juntos en el útero de la tierra
en silencioso saber.
Y, cuando se retire,
porque lo hará escapando asustado a su cueva,
reúne a tus abuelas en torno a ti, envueltas en sabiduría,
y escucha sus tiernos susurros,
calmando tu asustado corazón infantil.
Invitándote a la quietud.
Y espera pacientemente su retorno.
Siéntate y canta junto a su puerta
una canción de remembranza,
de que puede calmarse una vez más.

Si quieres cambiar el mundo, ama un hombre,
realmente ámalo.
No engañes a su pequeño niño con astucias
y artimañas y seducción y fórmulas mágicas,
sólo para dejarlo atrapado en una red destructiva de caos.
Eso no es femenino, es venganza.
Es el veneno del linaje corrupto,
del abuso de las eras,
de la violación de nuestro mundo…
Eso no le da poder a la mujer,
sino que la reduce mientras lo castra y nos mata a todos.
Y si su madre no lo pudo sostener,
muéstrale una verdadera mujer y ahora dale sostén
y guíalo con tu gracia y profundidad,
ardiendo en el centro mismo de la Tierra.
No lo castigues por sus heridas
que no responden a tus necesidades o criterios.
Llora dulces ríos por él
y lleva toda esa sangre de regreso a casa.

Si quieres cambiar el mundo, ama a un hombre,
realmente ámalo.
Ámalo hasta desnudarte y sentirte libre.
Ámalo hasta abrir tu cuerpo y espíritu
al ciclo de nacimiento y muerte.
Y agradécele la oportunidad mientras danzáis juntos
a través de los vientos y bosques silenciosos.
Sé tan valiente como para ser frágil
y déjalo beber de los suaves
y embriagadores pétalos de tu ser…
Déjale saber que puede sostenerte, pararse y protegerte.
Déjate caer en sus brazos, confiando que puede tomarte,
aún si te han dejado caer miles de veces antes.
Enséñale a rendirse, rindiéndote.
Y únete al dulce vacío del corazón del mundo.

Si quieres cambiar el mundo, ama a un hombre,
realmente ámalo.
Anímalo, nútrelo, permítele, escúchalo,
dale sostén, dale sanación
y tú a cambio serás nutrida, sostenida y protegida.
Sé brazos fuertes y pensamientos claros y flechas apuntadas,
porque él puede, si lo dejas,
ser todo lo que sueñas.

Si quieres amar a un hombre, ámate a ti misma.
Ama a tu padre, a tu hermano, a tu hijo, a tu ex pareja.
Ama desde el niño a quien has besado
por primera vez hasta el último por quien has llorado.
Agradece los regalos de tu camino,
hasta éste que tienes frente a ti ahora,
y encuentra en él la semilla
de todo lo que es nuevo y solar.
Una semilla que juntos podéis plantar
y nutrir en el cultivo de un nuevo mundo.

Lauren Wilce

Madre Naturaleza

La vida se entrega a sí misma en la misma vida para que sigamos alimentándonos de vida. Esto se ve en casi todas las criaturas que asoman y se transforman en la piel de la Madre Naturaleza: cuanto más conectadas están con su esencia más buscan el alimento vivo que las nutra de vida; no acechan lo que ya está muerto y, si algunas lo hacen, es porque son carroñeras.

La vida se alimenta de la vida, pero te acostumbras a nutrirte de materia inerte, de tiempos caducados, de un devenir gestado en la indiferencia, en el miedo o en la huida del presente.

Está muerta la vela que ha consumido toda su mecha y, de nuevo a oscuras, te enfadas con la cera derretida o agradeces por la luz que alumbró lo que no estaba visible en ti. Está muerto el pasado y la vida pone otras velas en el camino, nuevas relaciones, más regalos.

Lo que te vives en tu cueva oscura es una oportunidad única de agradecer por un espacio que nunca existió y ahora está vivo en la consciencia. Agradecimiento por la claridad que nace de ti cuando se apaga el resplandor en tus ojos, cuando entiendes que la luz de la vela consumida en el ayer sigue encendida en tu mirada presente y alumbra ya el rostro de un paisaje naciente. Gratitud al recordar cómo el latido de la vida sustenta la forma de un sueño que se gesta en las entrañas de la materia y resuena en tu propio vientre.

¡Siente, siente el pálpito de la Madre! Siente el amor infinito que te sigue gestando en un tiempo sin tiempo, en un espacio sin límites. La vida es una piedra inerte y dormida si no la nutres de un sueño que asoma y se transforma en ti desde siempre…

Encuentro de Conexión con la Madre Tierra en el Garraf – Barcelona

Metamorfosis

Luis G. Urbina lo llama Metamorfosis en este poema donde describe a un beso cautivo enamorado de una mano que se cree libre aunque al final acaba huyendo. En mi poemario particular ha supuesto la transformación que hizo la mano (lo personal) para acercarse lo suficiente a ese espacio intangible al que no se le da reconocimiento, ni aceptación, ni expresión. La metamorfosis de un prisionero beso en suspiro liberado. La transformación en aliento esencial de todo eso que quedó olvidado, ajeno, oprimido…

A veces se manifiesta el amor entre lo uno sintiente ahí dentro y lo otro visible ahí fuera; amor hacia lo ajeno que no siempre acepta el todo en la otredad. Otras veces no encuentras nada ahí fuera que despierte tu sentir, y miras adentro. Con ojos de asombro ves la infinita paciencia con que el amor va uniendo en ti un espacio y otro; descubres entonces un sentimiento prístino que ya no puede rechazar nada, pues ahí dentro nada queda fuera del sí mismo.
Y es ahora, mientras declamo el poema de Luis G. Urbina, cuando se me hace visible el amor entre un verso y otro; entre una imagen –el beso o el amor– y otra –la mano o la persona. El poema es lo otro que ahora siento y acepto en la totalidad de sus estrofas. Las imágenes son dos espacios en mí que ya no se rehuyen. Se están amando desde siempre.

Metamorfosis – Luis G. Urbina

Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve, que tenía
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en la agonía.
                    Y sucedió que un día,
                    aquella mano suave
                    de palidez de cirio,
                    de languidez de lirio,
                    de palpitar de ave,
se acercó tanto a la prisión del beso,
que ya no pudo más el pobre preso
y se escapó; mas, con voluble giro,
huyó la mano hasta el confín lejano,
y el beso que volaba tras la mano,
rompiendo el aire, se volvió suspiro.

Luna Llena

En la noche se difuminan las formas y en su eterna negrura las estrellas insuflan un nuevo aliento. La luna irradia su luz plateada en este corazón desvelado por el recuerdo de lo que ha sido y ya no es. El nuevo día ha de mostrar lo que el cielo sueña en su noche oscura. Pero yo sé que el mundo se enciende, da igual si es de día o de noche, cuando prendo el amor que sustenta todas las cosas…

Encuentro con la Luna LLena en Écija – Sevilla

¡¡¡Gracias, amigas, por el perfume, los regalos y la dulzura!!!

Ancianos Hopi

Le has estado diciendo a la gente 
que ésta es la undécima hora.
¡Ahora debes volver y decirle a la gente
que ésta es la hora!
Y hay cosas que deben considerarse:
¿Dónde estás viviendo?
¿Qué estás haciendo?
¿Cuáles son sus relaciones?
¿Estás en la relación correcta?
¿Dónde está tu agua?
Conoce tu Jardín.
Es hora de hablar tu verdad.
Crea tu comunidad.
Sé bueno contigo mismo
y no busques fuera de ti un líder.
¡Éste podría ser un buen momento!
Hay un río que fluye muy rápido.
Es tan grande y rápido
que hay quienes tendrán miedo.
Sepan que el río tiene su destino.
Los ancianos dicen que debemos
soltarnos de la orilla,
empujarnos hacia el medio del río,
mantener los ojos abiertos,
y la cabeza por encima del agua.
Ver quién está allí con ustedes y celebrar.
En este momento no debemos tomarnos
nada personalmente,
mucho menos a nosotros mismos.
Porque en el momento en que lo hacemos,
nuestro crecimiento espiritual se detiene.
El tiempo del lobo solitario ha terminado.
¡Reúnanse!
Destierren la palabra lucha
de su actitud y su vocabulario.
Todo lo que hagamos ahora debe hacerse
de una manera sagrada y en celebración.
Nosotros somos aquellos a los
que hemos estado esperando.

Declaración de los Ancianos, Oraibi, Arizona, Nación Hopi

En AUM Festival de Sonido Sanador en Galicia

Sabor a Encuentro

Hay Centros diseñados para que se dé el Encuentro desde la armonía y autenticidad inherentes al ser humano. Unos están todavía en la imaginación de quienes los sueñan, otros ya han tomado realidad, nombre y dirección en todas las ciudades del mundo… Son espacios donde la expresión de quienes los habitan (aunque sólo sea por un rato) deja en el ambiente una impronta con sabor a risas, con el dulzor de comidas compartidas, con un rumor a cantos que detonan sus significados en esa página que vamos escribiendo en el aire, en el corazón…
Así damos vida en el lugar, en lo concreto, a ese pálpito que nos recuerda el roce, el perfume, los colores de un sentir olvidado en la noche de los tiempos. Y así se renueva en cada Encuentro el trazado de un Círculo que nos trasciende y del cual tod@s somos el Centro…

En Centro Amma / Valencia

¡¡¡Gracias, amig@s, por tantas cosas que aprendí en este espacio compartido!!!

AudioLibro

28 de Marzo // Presentación de LOS OJOS DE LA NOCHE en Capuchinos de Alcalá la Real 

El lector viaja en el silencio de la página, conducido por un hilo mágico que sostiene las palabras… Pero, hoy, Los Ojos de la Noche han dado un paso más en el intento de acercarse, de crear resonancias en los corazones anhelantes de ese algo inexplicable que insufla aliento a lo literal. El hilo conductor de esta historia ya es una voz que suena dentro y fuera del libro…. Que disfrutéis del AUDIOLIBRO…

 Extractos del AudioLibro Los Ojos de la Noche

¡¡¡Mi agradecimiento al Área de Cultura de Alcalá la Real, y a tod@s los alcalaín@s que os habéis acercado a este Encuentro!!!

Los Ojos de la Noche

 

No le digas al día lo que te ha contado la noche,
pues podría el sol ponerse a ensoñar…

El reloj de la infancia se transforma en un círculo de piedras donde una mujer pasa la noche haciendo su Búsqueda de Visión, invocando la sabiduría ancestral de las Doce Ancianas. La voz de la Luna Llena se convierte en el hilo mágico que va conduciendo a la buscadora, desde la medianoche hasta el amanecer, en un viaje donde la sustancia de los sueños y el tejido de la recapitulación configuran el trenzado de luces y sombras, convertido en la claridad de un nuevo canto.

Mirar con los ojos de la noche es Recordar la mirada de la piedra, del aire, del fuego, del agua. Es abrir la visión a la unidad indisoluble del Amor que abarca un solo instante todas las miradas y todos los momentos en los cuales has amado…

Un nuevo amanecer nos aguarda en la fina luz que rompe la noche. Echemos ya a andar la mirada sobre el campo de flores nuevas que están naciendo en nuestro corazón. Llenemos cada momento de hálito renovado y sintamos lo infinito de cada instante, entregados a la paz que se siente en cada entrega…

Si deseas regalar o regalarte este libro en formato impreso, contacta con:   lamagiadelasrelaciones@gmail.com

 También está disponible en formato digital en:            
 Bubok  y Amazon